Inteligencia Emocional

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SENTIMIENTOS VS EMOCIONES

Las emociones son reacciones psicofisiológicas que ocurren de manera espontánea y automática. En cambio, los sentimientos son la interpretación que hacemos de esas emociones y se pueden regular mediante nuestros pensamientos.


La EMOCIÓN es definida como un estado de ánimo que se caracteriza por una conmoción orgánica, producto de sentimientos, ideas o recuerdos, y que puede traducirse en gestos, actitudes, risa, llanto, etc. Proviene del latín motere (moverse), y es lo que hace que nos acerquemos o nos alejemos a una determinada persona o circunstancia. Por lo tanto, la emoción es una tendencia a actuar, y se activa con frecuencia por alguna de nuestras impresiones grabadas en el cerebro, o por medio de los pensamientos cognoscitivos, lo que provoca un determinado estado fisiológico en el cuerpo humano.


Cualquier estímulo ya sea externo (medio ambiente) o interno (mente o cuerpo) genera en nosotros una emoción que nos va a llevar a tener determinada conducta. 


Una emoción es un conjunto de respuestas neuroquímicas y hormonales que nos predisponen a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo (por ejemplo, ver un león) o interno (un recuerdo).  Son como unas gafas que hacen que veamos las cosas de una manera u otra. Guía nuestra forma de pensar y por tanto, nuestro comportamiento.


Es el significado subjetivo y sentido que se la da a una experiencia. Esto quiere decir que según cómo cada uno interprete una situación será la emoción que sienta, por eso ante un mismo hecho distintas personas sienten distintas emociones. Se clasifican en emociones auténticas y emociones sustitutivas.


Un SENTIMIENTO es similar a una emoción y está muy relacionado con el sistema límbico, pero además de esta predisposición espontánea, incontrolable y automática, incluye la evaluación consciente que hacemos de esta experiencia. Es decir, que en un sentimiento hay una valoración consciente de la emoción y de la experiencia subjetiva en general.


Por ejemplo, si vemos una araña, seremos capaces de auto-examinar lo que sentimos y lo que pensamos en una situación así y reflexionar a qué otras experiencias nos recuerda esa situación, cuáles son las diferentes maneras en las que se puede reaccionar a ese estímulo, hasta qué punto es racional el asco o el miedo que sentimos, etc.


El límite entre los sentimientos y las emociones es muy sutil y es difícil detectar cuando pasamos de unos a otras. Sin embargo, existen características particulares en ambos que los diferencian.


¿Y tú? ¿Sabes diferenciarlos? ¿Te gustaría saber más sobre el tema? ¿Quieres añadir algo?
 

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